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Carlos «Totón» Torres: El Alemán y su visión sobre Farellones

sábado, Nov 16
El Alemán de Farellones se ha convertido en un emblema de nuestro pueblo, aquí conversamos con Carlos “Toton” Torres sobre su emprendimiento y la visión sobre el futuro de Farellones.

 

Carlos «Totón» Torres es una figura destacada en el esquí chileno. Actualmente, dirige el equipo nacional paralímpico de esquí y la Escuela de Esquí en La Parva. Junto a sus socios José Antonio Santiago y Francisco Castro, ha emprendido en la montaña con proyectos como Race Timing, Ski Chile Hotel y, más recientemente, El Alemán de Farellones. Su experiencia incluye amplias temporadas de esquí en Estados Unidos y Europa, acumulando más de 30 inviernos consecutivos en la nieve.

¿Cómo nació tu pasión por el esquí y cuál ha sido tu vínculo con Farellones?
Mi pasión por el esquí comenzó desde niño. Solíamos venir con mi padre y mis hermanos mayores a Farellones. Con el tiempo, empezamos a hospedarnos en el Refugio El Barcelona, compartiendo con familias como los Linnerberg. Mi hermana mayor me cuidaba durante esas visitas. No veníamos con mucha regularidad porque a mi madre no le agradaba el camino. Después de esas experiencias, aunque me quedó el gusto por el esquí, me dediqué a otros deportes como el triatlón y el rugby casi de manera profesional. Sin embargo, en cuanto tuve la oportunidad, me uní a las Patrullas de Ski, realicé cursos de instructor y comencé a trabajar en La Parva. Luego pasé a ser entrenador y desde entonces no he parado.

¿Qué oportunidades y desafíos ves para el futuro de Farellones como destino de montaña?
Nos falta muchísimo por avanzar, considerando que estamos al lado de una ciudad de siete millones de personas y aún no hemos logrado que Farellones sea un destino obvio para actividades como caminar, pasear o andar en bicicleta. Sin embargo, se están viendo progresos; el pueblo en verano está cada vez más bonito, muy verde, fresco, un oasis en la altura. Debemos seguir trabajando juntos para atender mejor a los diferentes públicos: ciclistas, amantes de la montaña, buscando sinergias entre todos los actores. Como pueblo, necesitamos más atractivos, como un bulevar que ofrezca diversas opciones, de modo que quien visite Farellones tenga tres o cuatro actividades para realizar.

¿Qué te motivó a abrir El Alemán de Farellones?
Nos motivó la belleza del lugar y un momento en nuestras vidas en el que nos gustaba estar en Farellones. Decidimos desarrollar esta actividad para ofrecer un espacio acogedor y consistente durante todo el año.

 

¿Cómo han abordado estas oportunidades desde tus emprendimientos, como El Alemán de Farellones?

Nos hemos enfocado en ofrecer experiencias consistentes durante todo el año, asegurando que los visitantes encuentren la misma calidad de servicio tanto en invierno como en verano. Además, buscamos crear espacios acogedores que inviten a las personas a disfrutar y permanecer en Farellones, contribuyendo así al desarrollo turístico de la zona.

¿Qué hace único a El Alemán en comparación con otros lugares de la zona?
Un pilar fundamental es brindar una experiencia estable durante todo el año. Queremos que las personas encuentren lo mismo un sábado de agosto que un sábado de enero. La experiencia abarca el lugar, la atención, la música y la temperatura. Nos gusta que la gente se quede en nuestras terrazas y sillones, ofreciendo un espacio que los acoge en Farellones y donde pueden permanecer todo el tiempo que deseen. Apostamos por atraer a vecinos y visitantes que llegan por sus propios medios, más que al turista que llega en van, evitando que otros no tengan espacio. Es una apuesta arriesgada, pero nos hace felices que nuestros clientes se sientan tranquilos y contentos.

¿Cómo crees que los emprendimientos deberían influir en la comunidad de Farellones?
Creemos que todo emprendimiento suma. Sin embargo, somos conscientes de que la demanda en verano es baja. Se necesitan empresas de turismo aventura que ofrezcan actividades como caminatas, mostrar la flora y fauna, bicicletas y caballos aquí mismo. Pero es necesario contar con ciertos apoyos económicos de terceros, ya que al inicio es muy difícil subsistir en verano.